Antoni Viader Janer (1835-1910)

Antoni Viader Janer2Hijo de Narcís Viader Seguí y Josefa Janer Mascaró, Antoni fue quien continuó con la farmacia en Sant Sadurní dAnoia.

Se casó con Teresa Escayola Font, hija de un notable médico de Sant Sadurní, Josep Escayola Ferrer. Esta murió y Viader Janer se casó de nuevo, esta vez, con Concepció Escayola, hermana de su primera esposa. Del primer matrimonio nació María Viader Escayola y del segundo matrimonio nació Narcís, el siguiente farmacéutico de la familia. Murió en Sant Sadurní, en 1910, a los 74 años.

Obtuvo el título de bachillerato examinándose en la facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona el 24 de septiembre de 1851, a los 15 años.

El día 3 de junio de 1857, a los 21 años, obtuvo el título de farmacéutico también en la Universidad de Barcelona. Como consecuencia de la aplicación de la Ley de Bases de 17 de julio de 1857, conocida como Ley Moyano, en referencia al ministro de Fomento Claudio Moyano Samaniego, tuvo que realizar otro examen de la misma licenciatura frente al Ministerio de Fomento en mayo de 1858 y le fue otorgado otro título de licenciado en Farmacia.

De joven, formó parte de una organización de matiz liberal y en el año 1869 fue síndico del Ayuntamiento de Sant Sadurní y desde septiembre de 1873 a marzo de 1874 fue alcalde. Eso ocurría durante la Primera República Española en un momento crítico para Sant Sadurní, ocasionado por el estado de sitio a que le sometieron las tropas carlinas. Su dimisión fue debida a la tercera guerra Carlina, dado el agravamiento del conflicto, y optó por trasladarse a vivir a Barcelona. Al finalizar el conflicto armado regresó a Sant Sadurní y en 1879 fue nombrado interventor del ayuntamiento, para dos años más tarde (1881), ser nombrado primer teniente de alcalde. Otra vez interventor en 1885. Finalmente, de julio de 1895 a julio de 1897 fue alcalde. Durante su mandato se construyó el campanario del ayuntamiento. En 1887 presidió el Casino Sadurninense.

Además de ser una persona muy comprometida política y socialmente, destacó por  sus inquietudes científicas y profesionales.

Lo más significativo de este farmacéutico fue su destacada participación en el primer Congreso Médico-farmacéutico regional que se celebró en Valencia los días 26 a 31 de julio de 1891. En este congreso, organizado por el Instituto Médico Valenciano, participaron personajes relevantes de las ciencias médicas, destacando el doctor Santiago Ramón y Cajal, quien en este congreso expuso el principio de La polarización dinámica de las neuronas, según la cual, la excitación nerviosa se propaga desde las dendritas al axón.  Recordar, que don Santiago recibió por este trabajo, el premio Nobel de Medicina en 1906. Antoni Viader Janer presidió en este congreso la Sección de Farmacia y Ciencias Auxiliares en representación del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y presentó el Proyecto de Reglamento para el ejercicio de la profesión farmacéutica, el cual realizó en colaboración con otros compañeros. Parece ser que en aquella época había un cierto desconcierto en la profesión provocado principalmente por el intrusismo, la mala praxis y la falta de ética profesional. A este congreso le acompañó su hermano Lluis.

El objetivo de este proyecto fue ordenar y reorganizar el ejercicio de la profesión proponiendo una serie de medidas que constituyeron las bases de la actual legislación farmacéutica. Concretamente, se propuso la necesidad de acreditar la titulación ante el alcalde de la población donde se deseara ejercer como farmacéutico, la colegiación obligatoria, la prohibición de connivencia con médicos y veterinarios y la prohibición de que un farmacéutico tuviera más de una  farmacia.

Por cuanto se refiere al aspecto corporativo, es menester destacar que fue fundador y vocal de la primera junta de gobierno de la Asociación Médico-Farmacéutica del partido judicial de Vilafranca del Penedès, que se constituyó el día 1 de diciembre del año 1897. Como dato curioso de esta organización, se dice en el artículo 6º de sus estatutos, que el cargo de tesorero recaiga en un farmacéutico. También, que en caso de muerte de alguno de los socios contribuirán todos los demás aportando 5 pesetas cada uno y el total recaudado será entregado a su viuda o a  sus legítimos herederos.

Conservamos bastantes de los libros que utilizó para sus estudios, algunos de ellos con sus iniciales, A.V.J, grabadas en el lomo. Entre ellos, destacamos sus apuntes manuscritos de la asignatura de Botánica cursada en el segundo año de Farmacia, de 1853 a 1854, un volumen de casi 700 páginas escrito con pluma de gallina. También se conserva Historia Natural de las Drogas Simples publicado en 1851, en cuatro tomos, y la quinta edición de la Farmacopea Española del año 1865 que utilizó en la su farmacia.

La farmacia en aquel entonces no disponía de electricidad, y una lámpara de petróleo proporcionaba la única escasa luz hasta que Antoni Viader compró a Rafael Piñol, de Barcelona, el 17 de noviembre de 1899 una lámpara de tres luces eléctricas. Como curiosidad, le costó esta primitiva lámpara 42,50 pesetas. La primera factura de luz, correspondiente a enero de 1900, ascendió a 9 pesetas. A lo largo de mucho tiempo, casi cada mes, era el mismo importe, pero en algunos, había una deducción del 10% o del 25% por no haber suministrado luz de manera continuada.

Sabemos muchas cosas de la época gracias a dos libretas en las que cuidadosamente anotaba todos los gastos de la farmacia. La primera cubre el periodo enero 1878 a diciembre 1897 y la segunda de enero 1898 a diciembre 1924. De este modo, hemos podido conocer que sus primeros proveedores de materias primas farmacéuticas y de medicamentos fueron  desde mediados de 1882, La Sociedad Farmacéutica Española, a partir de 1895, la Asociación Médico-Farmacéutica del Panadés, apareciendo en febrero de 1897 como nuevo proveedor, el laboratorio Uriach y Cia. En 1903, La Sociedad Española de Especialidades Farmacéuticas, en Tortosa, Salvador Andreu aparece en  julio de 1903 junto a Dr. Antonio Viladot. Antonio Serra, en 1905. Los rasgos grafológicos, es decir, su letra y la tinta nos han ayudado a datar diversos frascos del museo. Todas sus anotaciones están en castellano. No obstante, las libretas de control y seguimiento de las labores agrícolas están en catalán.

Viader Janer inició la preparación de vinos medicinales y de jarabes que inicialmente se vendían a granel. En el museo se conservan algunos frascos que contienen todavía sus vinos.

Disponemos en nuestro archivo de una de las diversas libretas con que este notable Viader llevaba todo el control de los viñedos y de este modo, hemos podido conocer los rendimientos de las viñas, los tipos de vino elaborados, las cantidades obtenidas en cada año, características de las cosechas, etc.

En la biblioteca tenemos los dos tomos de la obra Tratado de Farmacia Operatoria, de Raimundo Fors Cornet, farmacéutico y catedrático de dicha asignatura en el Colegio Nacional de San Victoriano en Barcelona, publicados en 1841.

En dicho libro, se dedica un generoso espacio a la técnica de preparación de vinos medicinales también llamados enolatos. Sin duda, Viader Janer siguió esos métodos utilizando como vino base los que el mismo preparaba en su bodega.

La casa solariega de los Viader en Sant Sadurní tenía, y tiene todavía, la farmacia en la calle Hospital y por detrás abre a la calle Sant Antoni en donde había la bodega. Se elaboraban vinos blancos, tintos, generosos, rancios, añejos y mistelas. La elaboración de estos vinos continuó hasta su nieto Narcís Viader Font quien cerró la bodega en 1964 al darse de alta como socio y fundador de la bodega cooperativa Covides, en Sant Sadurní.

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