Colorímetro eléctrico a 125 V, fabricado en Alemania por la prestigiosa firma Hellige, en 1960. Dispone de dos cubetas de vidrio iluminadas por su base, que se desplazan mediante una rueda la cual mueve un círculo graduado, también iluminado. En una cubeta se colocaba el patrón y en otra la muestra y se movía la rueda hasta igualar los colores que se observaban por el ocular superior.